El SUTEF esta decidido volver a la carga contra el gobierno provincial y jugar políticamente en las próximas elecciones, más allá de la magra cosecha de votos que obtuvo en las pasadas elecciones donde no alcanzó a perforar el piso del 4 % del padrón electoral.

Consiente del rechazo social que la organización gremial tiene en el seno de la comunidad fueguina, los dirigentes del gremio “docentes” están decididos a hurgar en la oposición al gobierno de Rosana Bertone, un aliado político, encontrando en la municipalidad de Río Grande una sintonía fina.

Cabe destacar que detrás del SUTEF sigue agazapado el polémico gremialista exonerado de la administración publica provincial, Horacio Catena y varios de los dirigentes expulsados del gremio por tener un comportamiento violento y fuera de Ley.

Lo cierto es que la dirigecia del SUTEF encontró en el desgraciado hecho que se cobro dos vidas en una escuela bonaerense, la oportunidad para hacer “política” aprovechando el impacto negativo del caso y advirtiendo que en la isla puede suceder lo mismo.

Para ponerle dramatismo a la situación el gremio envió pedidos de informes a Camuzzi y a las empresas proveedoras de electricidad, según ellos “para cubrirse las espaldas”, acto seguido hubo una veintena de llamados a Camuzzi y a la policía provincial, todos fueron falsa alarma.

Y como no podía faltar comenzaron a polular los sabotajes, el más significativo fue en una escuela en Río Grande donde se encontró dos anaffes abiertos, en otro establecimiento se denuncio un sabotaje eléctrico en los baños de los alumnos.

El gobierno no tiene pruebas de quienes son los autores de los sabotajes, ni de las llamadas, pero el clima enrarecido viene siendo fogoneado desde el gremio de docentes con una clara intensión política.

Mientras que los propios dirigentes del SUTEF salen a cuestionar duramente al gobierno provincial, tratando de dibujar un paralelismo con lo que ocurre en las escuelas bonaerenses, desde el municipio Gustavo Melella ordenó a su jefe de Gabinete Agustín Tita, sumarse a las críticas del gremio. Cuando en realidad el enojo del Intendente responde a la imposibilidad de hacer “política” dentro de los establecimientos escolares.

“No vamos a permitir que nadie haga política dentro de las Escuelas” dijeron desde el gobierno al tiempo que redoblo la vigilancia en las escuelas para evitar nuevos sabotajes y denuncio lo sucedido para que la Justicia tome carta en el asunto.

Lo cierto es que el SUTEF vuelve a la carga con lo que más le gusta, generar caos con el propósito de llegar a un paro de actividades donde los estudiantes vuelvan a ser rehenes. Una historia que se repite y una vergüenza más