Los resultados serán fundamentales para el futuro del juez porque la Cámara debe resolver una recusación de Leandro Báez, un de los hijos de Lázaro, contra Casanello. Las medidas demorarán esa resolución.

Fuentes judiciales informaron a Infobae que los jueces de la Sala II de la Cámara, Martín Irurzun y Eduardo Farah, decidieron ayer abrir a prueba la versión de Báez y la semana que viene ordenarán las primeras medidas.

La decisión fue tomada por los magistrados, y ya pedida mediante un escrito por el fiscal de Cámara Diego Velazco, luego de la audiencia de una hora que ayer tuvieron con Báez.

El empresario, procesado y preso hace casi tres meses por lavado de dinero por Casanello, ratificó la carta que presentó hace una semana ante el tribunal en la que sostuvo que en septiembre del año pasado vio al juez en la quinta de Olivos y aportó detalles de su versión pero no pruebas.

Dijo que fue a Olivos acompañado por de Daniel Álvarez , ex secretario de Néstor Kirchner y que trabaja para Cristina, y que al llegar a una antesala del despacho de Cristina Kirchner, vio a Casanello y a Eduardo "Wado" de Pedro, entonces secretario General de la Presidencia, junto con otras personas. Sostuvo que sus datos y los de Álvarez fueron registrados al ingresar a Olivos por personal de la Casa Militar, que ambos tenían sus celulares, que fueron recibidos por el histórico secretario de Cristina Kirchner (no recordó su nombre) y que el mozo del turno tarde de la quinta le sirvió café a Casanello y a él.

La Cámara se abocará a determinar si esa información es cierta o no para resolver la situación del juez y el tribunal estará a cargo de esa investigación. El primer paso lo dio el fiscal Velasco, quien después de la audiencia presentó un pedido para que el caso se abra a prueba en virtud de los dichos de Báez.

Los dos secretarios y el mozo serán citados a declarar como testigos. La situación de De Pedro todavía no está clara porque como funcionario que era podría incurrir en una autoincriminación por no haber denunciado el hecho.

También la Cámara buscará hacerse de los registros de la Casa Militar donde debería constar el ingreso de Báez y Álvarez –fueron en un Volkswagen Passat del ex secretario de Kirchner, según el empresario– como así también el de Casanello y de Pedro.

Báez dijo que al ingresar a Olivos dejó el auto junto a otros tres vehículos con custodios y choferes, lo que se podría constatar con cámaras de seguridad. Otro punto podría ser conocer la ubicación de las antenas de los celulares de los involucrados.

Antes del inicio de la investigación de la Cámara, la versión de Báez fue desmentida a las pocas por dos de sus protagonistas.

"Desmiento enfáticamente que dicha reunión haya existido, tal como oportunamente lo hiciera Cristina Fernández de Kirchner. Aclaro además que no conozco personalmente ni tuve contacto alguno en mi vida con el señor Lázaro Báez", sostuvo de Pedro a través de un comunicado.

Casanello hizo lo mismo en una conferencia de prensa: "desmiento toda reunión con la ex presidente. Nunca conocí Olivos y no tengo relación con de Pedro. Es una novela inventada. Báez está preso, procesado y con un embargo millonario por mi. Me extrañaría que hable bien de mi".