El avance de la Legislatura sobre la emergencia fue parcial, es decir los Legisladores entienden que la “emergencia” debe continuar pero ellos mantenerse al margen.

Tal vez inspirados en el comportamiento de la Justicia Fueguina, donde los privilegios y opulentos sueldos contratan con la realidad provincial, los Legisladores decidieron prorrogar la Ley de emergencia, pero de manera parcial, por lo que quedó sin efecto la suspensión de la denominada ley de dietas.

No está claro si el Poder Legislativo va a “adherir” al decreto de Bertone, pero más allá de eso, el congelamiento de sueldos para funcionarios políticos de todo el Estado provincial es el primer gesto del gobierno de Rosana Bertone. Un gestó que tiene un claro mensaje de austeridad.

Bertone terminó el año metiendo mano a su gabinete y promete seguir en esa dirección.“Vamos hacer todos los cambios necesario en el gabinete para estar en sintonía con el relanzamiento de la gestión” dijo Bertone.

Respecto al flamante decreto de congelamiento que trascendió a medios nacionales Bertone sostuvo que “Soy de la idea de no aplicar ningún aumento de sueldos para los políticos. Entiendo el debate que pretenden dar los legisladores y en algún punto tienen razón, pero también me parece que no es el momento” dijo y agrego que “Hay gente que no tiene nada, que me pide trabajo y no se lo puedo dar. Se me caería la cara de vergüenza si en este contexto nos aplicamos un aumento, por más justo que sea”, indicó.

Cabe destacar que Si se aplicara, la ley recientemente aprobada el sueldo de la gobernadora treparía de los $86 mil actuales, a unos $153 mil, es decir, un 70% de aumento.

En el decreto 3705 se indica que “atento la complicada situación económica que atraviesa la Provincia, y que no se cuenta con recursos financieros suficientes, se estima conveniente, como medida de autolimitación, establecer la no percepción, por parte de toda la planta política de la Administración Central y de los entes autárquicos y descentralizados, de los incrementos salariales que corresponden por aplicación de la ley 855(…)”. 

Un desaguisado en las dietas

En algo Bertone tiene mucha razón ¿Cómo es posible que dentro del propio Estado provincial haya tanta desigualdad por la misma función?. Los trabajadores del Estado saben perfectamente que no es lo mismo trabajar en la administración central que hacerlo en un Ente descentralizado como la DPE donde por idéntica función un trabajador cobra más del 50 % en su dieta. Ni que hablar del personal jerárquico, de hecho un jubilado jerárquico de Energía (DPE) cobra lo mismo que un jubilado de privilegio de la Justicia, tal cuales son las obscenas jubilaciones que cobran entre otros, para citar ejemplos: Tomás Hutchinson, Félix González Godoy , Oscar Carranza….

Hay tanta desigualdad dentro del mismo Estado, que él deber para trazar un plano de igualdad se vuelve sumamente complejo y difícil. Y esto se lo tenemos que agradecer en gran parte a los “gremios” que en convivencia con el “funcionario de turno” fueron creando una telaraña de prebendas que se asemejaron más a una carrera para ver que Ente tenía mejores y más salarios, sin siquiera tener en cuenta el servicio que prestaba.

En esta “carrera de irresponsabilidad” prevaleció el germen del desaguisado que convive años dentro del Estado provincial. Hoy el decreto de Bertone intenta poner un límite.

Pero esta iniciativa tiene fecha de vencimiento, tal vez el tiempo suficiente para buscar un remedio a largo plazo, que no solo acomode las remuneraciones del empleado estatal, sino que implante un principio elemental de justicia laboral. “Para una misma función corresponde una misma remuneración”.

Lo cierto es que la primer medida política en el umbral del 2018, tiene correlato con lo que Bertone viene pregonando, gestión y austeridad y que mejor ejemplo que comenzar por casa. Habrá que ver qué pasos sigue el palacio legislativo. De la Justicia no se puede esperar nada, solo “injusticia” frente a la emergencia económica, recordemos que ellos no son “Funcionarios Públicos” son “Magistrados” un invento de status que le permite mantenerse al margen de la sociedad y sus vaivenes económicos y sociales.