
Procesando. Por favor aguarde...
Emotiva declaración de los padres del bebé fallecido y mañana una jornada con testigos claves
Carolina relató con detalle como ingresó ese día a la clínica y la colocación de una pastilla y medicación para inducir al parto señalando que esa mañana “se puso la panza dura” pero que a esto “se hacían controles poniéndome la mano en la panza”.
“Rompieron bolsa para acelerar el proceso. Cerca de las 16.15 vuelvo del baño y Rodolfo –el imputado Pérez- me hace un monitoreo lo veo preocupado y ya no se escuchaba el latido del bebé», dijo poniéndose a llorar.
“Allí llama a la doctora por mensaje de voz, no le había contestado la llamada. Me están sacando de la habitación y llega la doctora Pastori preguntando que había pasado, tuvieron que acomodar la camilla para cesárea ya que estaba preparada para parto normal”, dijo, en una declaración que se interrumpió varias veces dada la emotividad del recuerdo.
“No se cuanto pasó me despierto sola en el quirófano y viene Pastori me dice están tratando de reanimarlo, vuelve me dice que no pudieron y me deja sola en la habitación”, relató, agregando que cuando la llevan a sala viene el.marido y le dice que no sabía que había pasado.
Entre las consultas de las partes Carolina aclaró que ella sabía que iba a una inducción del parto, aunque no le fue detallado el proceso; mientras que su esposo, el querellante Ariel Gustavo Murgia, dijo que no estaba al tanto del proceso de inducción.
Murgia atestiguó a continuación con la salvedad de que en ese momento trabajaba como contador de la misma clínica; relatando que “Carolina estaba preocupada y tenía miedo, quería el parto natural a toda costa”, dijo, agregando que él personalmente estaba tranquilo, “solo el miedo propio de ser papá por primera vez”.
Aseguró que en un control del mediodía el obstetra Pérez le dijo de la baja de la frecuencia cardíaca “pero que no era para preocuparse”, por lo que conservó la calma.
Luego testificó en el mismo sentido de su pareja que “pasadas las 16 horas vuelve Pérez la conecta al monitor fetal y se pone nervioso, nosotros no escuchamos latidos”, y allí se debe precipitar una cesárea con el resultado fatal del nacimiento sin vida-.
En la parte mas fuerte del relato aseguró que confrontó a Pastori, respondiendo que la imputada le dijo, “no se que pasó Gustavo (segundo nombre del testigo), no soy Dios. Se fue y me quedé ahí y me entregaron mi bebé, lo tuve un rato y luego De Bello –propietario de la clínica- me acompañó a hacer la denuncia”, expresó quebrándose.
En ese sentido el padre del bebé aportó, “como ningún médico conocido quiso ayudarme recurrí a varias guías médicas que dicen que Carolina no era apta para un parto inducido. No es algo exento de riesgo”. Con otro médico consultó sobre lo desaconsejable de la medicación suministrada a la paciente.
“Las guías no recomiendan parto inducido para bebés grandes, en la pericia pesaba 4,100 kilos”, dijo, señalando que todas las consultas previas no tenían el diagnóstico de un bebé grande.
El padre inició una investigación propia
Acto seguido desde la defensa interpelaron al testigo Murgia respecto de distintas medidas que llevó adelante por su cuenta, con la posibilidad que le brindaba ser el contador de la clínica.
De esa forma pidió el registro de las cámaras de seguridad y dijo que “después del mediodía que había visitas registradas en la historia clínica que no aparecen en video”, aportando dichos elementos a la causa. La defensa cuestionó que ese aporte recién lo hizo en febrero y no en diciembre cuando testificó, teniendo esas imágenes en su poder.
Otro aporte que hizo fue documentación interna como la historia clínica que da cuenta de que “se había utilizado Misoprostol en dosis altísima, y el consumo de 22 ampollas de oxitocina”. “Solo 8 ampollas aparecen en el parte de enfermería. La pericia de la Corte da cuenta de esto de forma inequívoca”, agregó respecto de esa última medicación que los imputados niegan haber suministrado previo al parto.
Desde la defensa sostienen que esa medicación fue suministrada al final del parto a la paciente.
Finalmente la defensa confrontó al testigo y querellante Murgia respecto de una inscripción que aparece en la historia clínica aportada por esa parte, la cual no aparece en la historia clínica que incautó la Policía en el allanamiento de la clínica, elemento este que respeta la cadena de custodia del proceso.
La jornada concluyó con el testimonio de los Dres. Jorge Lozano y Daniel Duarte, quienes intervinieron luego del parto, atendiendo los pedidos de ayuda de Murgia, a quien conocían de su labor en la clínica.
Poco pudieron aportar, expresando solo Lozano “recibí un bebé casi sin signos vitales y realizamos maniobras de reanimación”, agregando respecto de la causa del deceso, la vasculopatía trombótica, “lo que conozco es que solo se diagnostica por la placenta, pero no soy especialista”, aclaró.
Este jueves será clave la testimonial de los forenses intervinientes en la causa.
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