Río Grande.- En la mañana del 13 de abril pasado, justo antes de emprender el camino de vuelta, el kayakista sanjuanino Julián Escobar (43) y su compañero José Augusto Caballero se sacaron una foto con el único habitante de un rincón aislado del sur argentino, Península Mitre. Fue la última imagen de Escobar antes de conocerse que había sido blanco de un temporal y sólo su amigo logró sobrevivir.

Si bien la imagen no es muy nítida, se alcanza observar la sonrisa de Julián, esa que en buena parte de las imágenes arriba de un kayak mostraba porque, según su familia, “era una de sus grandes pasiones”, como buena parte de las actividades deportivas que desde hace 8 años le gustaba disfrutar en Ushuaia, lugar donde vivía junto a su esposa y sus 3 hijos, de 14, 12 y 7 años.

Por el tiempo que pasó, se agitaron las chances naturales de hallarlo con vida aunque sigue buscándose su cuerpo, hasta ahora sin resultados.

Juan Manuel Escobar, papá de Julián, charló con este diario y se lo notó conmovido por la cantidad de gente que se ofreció a buscar a su hijo, y otros cientos que desde un mensaje, una oración o un posteo pidieron por la aparición con vida.

Con ese orgullo de padre y esa tristeza propia de tamaña tragedia, el hombre repasó momentos de su hijo, casi siempre arriba de un kayak. Como esa imagen donde se lo nota con los brazos abiertos, todo mojado y atrás una ola de un metro y medio a punto de golpearlo por la espalda.

Juan Manuel supo desde el primer momento que, por el lugar del accidente, las primeras 48 horas eran vitales.  Es que ese espíritu aventurero de Julián lo mamó de su padre, quien también tiene experiencia como rescatista.

La zona donde ocurrió el accidente es compleja, rocosa en la costa y las olas hacen que con temporal las embarcaciones golpeen y se rompan, que es lo que le pasó al kayakista sanjuanino y eran los riegos que debían asumir en la búsqueda, que a la fecha no arrojó resultados.

Lo buscaron por aire, agua y tierra, incluso con tecnología subacuática capaz de llegar a sitios donde pueda estar atorado un cuerpo, pero nada hallaron. La esperanza de encontrar el cuerpo está en que el mar lo haya arrojado a la costa, porque de otra manera en aguas abiertas su destino puede ser cualquiera, inclusive la Antártida o una isla remota.

Un agradecimiento a todos

“De parte mía, de mis hijos, de mis nietos y de toda la familia queremos agradecer a toda la comunidad sanjuanina, instituciones que nos han apoyado y dado aliento, sostenido desde los afectivo, con sus deseos y sus oraciones”, expresó Juan Manuel Escobar.

También rescató el apoyo que recibió por parte de las fuerzas federales con asiento en Tierra del Fuego y el de la Municipalidad de Ushuaia y, principalmente, el Club Náutico AFASyN

El simbólico adiós

Esta semana que pasó, amigos, alumnos y kayakistas de la zona, le rindieron un sentido homenaje a Julián.

Fuente: www.diariodecuyo.com.ar/