Procesando. Por favor aguarde...
Cónclave, llega el día de elegir el nuevo Papa: a qué hora, los candidatos y cuándo se conocerá el resultado
Este miércoles, luego de la misa "PRO ELIGENDO ROMANO PONTIFICE", los cardenales irán a la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave. Son 133 los purpurados habilitados para votar y elegir al sucesor del papa Francisco.
Cómo siempre, cada cónclave pone a prueba la sutileza de la "diplomacia vaticana". Desde la muerte del papa argentino, la prensa mundial ha hecho especulaciones de todo tipo sobre este momento: ¿será ungido un continuador de las líneas de Francisco?, ¿es el turno de un moderado, que busque avanzar pero con paso más lento?, ¿o como algún cardenal lo dijo públicamente, "el próximo Papa debe ordenar el desorden que dejó Francisco"?. Esto sería, un giro conservador en la Curia.
El papa argentino "creó" (es la palabra correcta) a la enorme mayoría de los cardenales que estarán en el cónclave. Una lógica elemental permite creer que el nuevo Jefe de la Iglesia Católica será un continuador de su tarea. Con mayor o menor velocidad, pero sin ir marcha atrás.
Sin embargo, muchos "vaticanistas" insisten en que la opción conservadora es viable. Por muchos de los cardenales italianos, otros de Europa y algunos de Asia y África, que representan la "nueva Iglesia", pero con valores tradicionales.
La primera votación será este miércoles alrededor de las 6 de la tarde, hora argentina. Será el momento en que el mundo - en la plaza San Pedro o por televisión - buscará la respuesta en la chimenea de la Capilla Sixtina. El humo negro, hará esperar un día más. Si fuera blanco - no se espera eso en una primera votación - el sucesor de Francisco ya estaría decidido.
El Vaticano vuelve a ser un epicentro mundial.
El primer día del Cónclave por la sucesión de Francisco
A las 5 de la mañana, hora argentina, los cardenales participarán en la Basílica de San Pedro de una misa especial. Se llama "Pro Eligendo Pontifice". Se trata de una celebración para invocar al Espíritu Santo para que ilumine a los cardenales al momento de ungir a un nuevo Papa. Participan todos los cardenales que hayan viajado a Roma, no solo los 133 del cónclave. La ceremonia además, está abierta a todos los fieles que lleguen hasta la Basilia. Será celebrada por el cardenal Gian Battista Re, el decano y quien ofició la misa en el funeral de Francisco.
Para los que buscan señales o "códigos", acá va uno: En 2013, se celebró el 12 de marzo a las 10 de la mañana, un día antes de que saliese elegido el papa Francisco.
Hay un acto previo. Este martes, por la tarde de Roma, los 133 cardenales ingresan a la residencia de Santa Marta para ocupar sus habitaciones y comenzar el "aislamiento del mundo exterior". No pueden utilizar ni sus celulares. El personal que los asista, debió jurar una estricta confidencialidad de todo lo que hagan, vean o escuche. Es la primera vez que debió habilitarse un edificio contiguo a Santa Marta, ya que la residencia en la que vivió el papa Francisco no tiene 133 habitaciones. Los lugares de cada cardenal se decide por sorteo. Bergoglio, en el año 2013, ocupó la habitación número 107.
"Extra omnes", el inicio verdadero del cónclave
Los cardenales, luego de la misa en San Pedro, van en procesión hasta la Capilla Sixtina. Juran que realizarán su tarea sin ninguna clase de prejuicio o interés particular o respondiendo a "interferencias". Entonces se produce el último momento que se podrá ver - por ejemplo - por televisión.
Luego del juramento, el maestro de ceremonias pontificio, Diego Ravelli, pronuncia el célebre "extra omnes" ("todos fuera") para que los ceremonieros y el resto de personal, por ejemplo fotógrafos, salgan de la Capilla Sixtina. Los únicos que se quedan dentro - en un primer momento breve - son el maestro de ceremonias y el predicador. Este pronuncia una meditación y ambos se marchan.
Los cardenales quedan solos en la Capilla Sixtina y se procede a la primera votación. Por supuesto, que los purpurados pueden hablar entre ellos o dar un breve discurso sobre su posición de lo que requiere la Iglesia para este momento.
Todos tienen unas papeletas en las que proponen a un "candidato". Luego, cuando de los llama de a uno, forman una fila para acercarse hasta la urna y votar.
Cuando la votación concluyó, los escrutadores realizan el recuento en voz alta con los votos. Si algún cardenal consigue los dos tercios de los votos, será el elegido. Sin embargo, debe cumplir unos pasos obligatorios antes de ser oficialmente el nuevo "Papa". Se le pregunta si acepta la misión que Dios le ha encomendado, por medio del Espíritu Santo que guió a sus colegas.
Si acepta, se le pregunta con que nombre llevará adelante su pontificado y luego se lo vista como Jefe de la Iglesia, con el blanco que es exclusivo de los papas. Como a priori no se sabe quién será. Hay tres juegos de talles diferentes para vestir al nuevo Papa.
En un ángulo de la Capilla Sixtina están las dos estufas en las que se queman las papeletas. Se les agrega un elemento para que el humo sea negro - si no hay una definición - o blanco si "habamus papam". Los fieles en el exterior, en la Plaza San Pedro, estallan de júbilo al ver el humo blanco. Desde el balcón se hará el anuncio del elegido y de su nombre pastoral. Finalmente, el nuevo Papa aparece en el balcón de San Pedro y pronuncia sus primeras palabras.
Pero si no hay acuerdo, el humo negro será lo que se vea por la chimenea y se sucederán votaciones por la mañana y por la tarde. Varias en cada turno. Siempre buscando conseguir los dos tercios de las voluntades de los cardenales.
El desempate en una situación estancada
Las votaciones se repiten por día y por turno. Con un día de reflexión entre cada jornada. Si luego de 11 días, no hubiese un pronunciamiento con los dos tercios a favor de nadie, se procede a un desempate. Una suerte de balotaje entre los dos cardenales más votados en la última elección. Los cardenales que llegan a esa instancia no pueden votar.
Pero nadie cree que, esta vez, eso pueda suceder. A Benedicto XVI y a Francisco, los eligieron en la segunda jornada. Por eso, se especula que el jueves a la tarde/noche de Roma, se conozca ya al sucesor del papa argentino. O como mucho, el viernes.
Los "papables" y las sorpresas
Como señalamos antes, Francisco nombró más del 70% de colegio cardenalicio. Sin embargo, no todos siguen sus lineamientos. Hay un grupo que se considera como "conservador", que vieron sin agrado las líneas de cambio abiertas por el papa argentino para la Iglesia Católica. Por lo tanto, esta elección se parece más a la del propio Francisco que a la de Benedicto XVI. El cardenal Ratzinger era casi un número puesto. Fue el encargado de "dirigir" el cónclave, como ahora lo será Parolin. Sacó diferencia en la primera votación, pero el sector más progresista y los moderados se unieron para proponer un candidato diferente: allí surgió el nombre de Bergoglio. Quienes accedieron a confidencias de esas reuniones dicen que el cardenal primado de la argentina no quiso ser pieza de cambio para neutralizar a otro cardenal (Ratzinger). Así se destrabo la elección del papa alemán.
Con Bergoglio, hubo una discusión más amplia porque había un camino de regreso a lo "clásico" (mejor dicho antiguo) marcado por un Papa conservador que restauró la misa en Latín y de espaldas a los fieles en la Iglesia para mirar el altar y la cruz. El cónclave fue en otra dirección. Retomó el carácter viajero de Juan Pablo II. "Una iglesia que salga, que no sea una ONG", decía Francisco. Recorrió el mundo, con un mensaje diferente al del papa alemán y también al del polaco.
Ahora, es el momento de decisión. Se habla de tres líneas y unos 12 papables como mucho. En realidad, el círculo se estrecha a 5 o 6.
Pero nadie cree que, esta vez, eso pueda suceder. A Benedicto XVI y a Francisco, los eligieron en la segunda jornada. Por eso, se especula que el jueves a la tarde/noche de Roma, se conozca ya al sucesor del papa argentino. O como mucho, el viernes.
Los "papables" y las sorpresas
Como señalamos antes, Francisco nombró más del 70% de colegio cardenalicio. Sin embargo, no todos siguen sus lineamientos. Hay un grupo que se considera como "conservador", que vieron sin agrado las líneas de cambio abiertas por el papa argentino para la Iglesia Católica. Por lo tanto, esta elección se parece más a la del propio Francisco que a la de Benedicto XVI. El cardenal Ratzinger era casi un número puesto. Fue el encargado de "dirigir" el cónclave, como ahora lo será Parolin. Sacó diferencia en la primera votación, pero el sector más progresista y los moderados se unieron para proponer un candidato diferente: allí surgió el nombre de Bergoglio. Quienes accedieron a confidencias de esas reuniones dicen que el cardenal primado de la argentina no quiso ser pieza de cambio para neutralizar a otro cardenal (Ratzinger). Así se destrabo la elección del papa alemán.
Con Bergoglio, hubo una discusión más amplia porque había un camino de regreso a lo "clásico" (mejor dicho antiguo) marcado por un Papa conservador que restauró la misa en Latín y de espaldas a los fieles en la Iglesia para mirar el altar y la cruz. El cónclave fue en otra dirección. Retomó el carácter viajero de Juan Pablo II. "Una iglesia que salga, que no sea una ONG", decía Francisco. Recorrió el mundo, con un mensaje diferente al del papa alemán y también al del polaco.
Ahora, es el momento de decisión. Se habla de tres líneas y unos 12 papables como mucho. En realidad, el círculo se estrecha a 5 o 6.
Por Roberto Adrián Maidana
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