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Su tripulación no fue reconocida a 40 años de la guerra

El Buque Fantasma de Malvinas

El Aviso ARA ‘General Irigoyen’ estuvo en el Teatro de Operaciones en el Atlántico Sur realizando tareas no solo para la Armada sino también para la Fuerza Aérea Sur (FAS) durante el conflicto bélico de Malvinas. A 40 años de la guerra y pesar de estar en las mismas condiciones de combate que otras unidades navales, su tripulación nunca fue reconocida oficialmente como veterana de guerra. Algunos integrantes de la dotación del buque han iniciado acciones judiciales y uno de ellos ya tuvo sentencia firme y otro está en curso de ser reconocido.

Juan Carlos Arcando lamentó que la tripulación del Aviso ARA ‘General Irigoyen’ no haya recibido el reconocimiento por sus acciones durante la guerra de Malvinas”.

Río Grande.- El ex gobernador fueguino Juan Carlos Arcando fue entrevistado sobre su participación en el conflicto bélico de 1982 donde nuestro país se enfrentó al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte por las Islas Malvinas.

Arcando, quien integró la Armada Argentina recordó que las operaciones militares de recuperación del archipiélago, recordó que “comenzaron con la Operación Rosario, la cual fue encabezada por nuestros Comandos Anfibios y Buzos Tácticos que desembarcaron desde el ARA ‘Santísima Trinidad’ haciendo cabecera de playa con un kayac con dos comandos que eran Bernardo Schweizer y el ‘Negro’ Carlos Cequeira quien vive en Ushuaia y salvaron la Operación Rosario en su momento”.

“En el caso particular mío, yo estaba embarcado en el Aviso ARA ‘General Irigoyen’ (el A-1) y parte de su tripulación estaba de vacaciones para el 2 de abril de 1982, así que rápidamente nos tuvimos que reincorporar a la unidad que estaba en reparaciones y la primera misión que tuvimos fue rescatar un helicóptero del Destructor ARA ‘Santísima Trinidad’ que venía acompañado de su gemelo ARA ‘Hércules’ -y otro buque más- que eran los navíos más modernos que tenía la Armada en ese momento (Tipo 42 y también gemelo del Sheffield inglés) y venían acompañando al Portaaviones ARA ‘25 de Mayo’ que se venía replegando hacia Puerto Belgrano porque habían torpedeado al Crucero ARA ‘General Belgrano el 2 de mayo”, continuó.

 

Un jovencito Juan Carlos Arcando a bordo del Aviso ARA ‘General Irigoyen’.

“Cada uno de los dos destructores tenía un helicóptero Sea Lynx artillado con bombas de profundidad y con un torpedo antisubmarino que patrullaban el Atlántico Sur buscando submarinos ingleses. En una de las salidas de patrulla del helicóptero Sea Lynx del ‘Hércules’, en el Teatro de Operaciones se le planta el motor y se viene a pique, pero se salvan los pilotos”.

La actividad detallada precedentemente; es decir, el patrullaje, “se venía desarrollando en forma ininterrumpida y siempre operando desde los destructores ya mencionados. El 15 de mayo me encontraba embarcado en el Santísima Trinidad con el 3-H-141 cuando a las 11 de la mañana se ordena un vuelo operativo al helicóptero 3-H-142 del Hércules. Un rato después, mientras realizaba el vuelo ordenado el Sea Lynx tiene una falla en una de sus turbinas que produce un accidente y lo lleva a impactar en el mar. Sus tres tripulantes, el Capitán de Corbeta Perciacanto, el Teniente de Corbeta Loubet y el Suboficial Segundo González fueron rescatados con vida”, comentó el entrevistado.

A raíz de este incidente, “nos llaman a nosotros que estábamos en Puerto Belgrano para que salgamos a la búsqueda y rescate de este helicóptero. El nuestro era el único buque que tenía las características para levar una aeronave desde el fondo del mar y por eso a los buzos de su tripulación les hacen un curso rápido de desactivación de bombas y torpedos”, recordó.

Prosiguió diciendo que “una vez llegados al lugar del hundimiento del helicóptero procedimos a su rescate siendo que ya el portaaviones y los otros navíos que lo acompañaban ya habían llegado a Puerto Belgrano. Nuestros buzos bajan al helicóptero siniestrado y desactivan la bomba y el torpedo (estaba entre 27 y 30 metros de profundidad) y luego nosotros lo fuimos subiendo con la pluma a bordo del Aviso ARA ‘General Irigoyen’ y lo llevamos a Puerto Belgrano”.

El 3 de mayo habían atacado al Aviso ARA ‘Alférez Sobral’ “que estaba haciendo de buque baliza y cuando fue a rescatar a dos pilotos de un bombardero Canberra de la Fuerza Aérea, fue atacado por un helicóptero inglés matando a su capitán y a siete tripulantes más. En ese momento, además de este Aviso había otro que estaba cumpliendo esa función de baliza y era el Aviso ARA ‘Comodoro Somellera’ (A-10), pero tuvo que salir a buscar al Sobral junto con el ARA ‘Cabo San Antonio’ y nos ordenan a nosotros ir relevar al Somellera y al propio Sobral en esa función”, explicó Arcando.

Añadió que “salimos de Puerto Belgrano y llegamos a Puerto Deseado donde ya estaba el Sobral, el Somellera y el Cabo San Antonio. Amarramos al lado del Somellera y nos transfieren el equipo de baliza de detección de aviones a nuestro barco y al otro día partimos hacia el Atlántico Sur donde estaban el Sobral y el Somellera como buque baliza de los aviones que incursionaban”.

“Estuvimos en esa función hasta el día 14 de junio en que finaliza la guerra, pero como nosotros dependíamos del Comando de la Fuerza Aérea que estaba en Río Gallegos (la FAS) y no de la Armada por la función de detección que cumplíamos. En ese contexto tuvimos zafarrancho de combate por un avión pero resultó ser un Pucará que venía de una incursión, pero en otra nos sobrevoló un helicóptero inglés que presumimos era el mismo que atacó al Sobral. En el libro de Bitácora del Irigoyen están las posiciones que tuvimos en el Teatro de Operaciones”, detalló.

 

El helicóptero 3-H-142 del Destructor ARA ‘Hércules’ cayó al mar y fue rescatado desde las profundidades por la tripulación del Irigoyen.

Juan Carlos Arcando contó que después de la guerra “quedamos al garete sin saber qué hacer hasta que unos días más tarde nos dan la orden de replegarnos a Ushuaia donde nos encontramos con el Irízar que venía con los últimos heridos desde Malvinas. El Irízar entró primero al Canal Beagle y amarró en el muelle de combustibles y luego nosotros atrás amarramos en el muelle viejo del Puerto de Ushuaia y ahí terminó nuestra participación en Malvinas”.

 

Sentencias judiciales

 

Arcando lamentó que la tripulación del Aviso ARA ‘General Irigoyen’ no haya recibido el reconocimiento por sus acciones durante la guerra de Malvinas. “En la Armada al Irigoyen le dicen el ‘Buque Fantasma de Malvinas’ porque fue la única unidad naval que estuvo en el Teatro de Operaciones cumpliendo funciones como las que mencioné y su tripulación no fue oficialmente reconocida. Algunos integrantes de la dotación están en proceso judicial, algo que yo no he iniciado todavía, y uno de ellos ya tiene sentencia firme y ahora salió el fallo de una cámara de Buenos Aires donde dice que hemos sido discriminados por la Armada en no reconocernos ya que uno de nosotros sí lo fue con sentencia firme y el resto no. El buque no andaba con una sola persona, no es un pequeño velero, un botecito o un kayac que sí puede andar con una sola persona. El Aviso Irigoyen tenía hasta un médico y enfermeros como corresponde en situación de guerra, incluido el equipamiento médico, medicamentos, camillas y hasta las bolsas negras para los cadáveres porque fuimos a zona de combate”.

 


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