A más de una semana de la invasión a Ucrania, el ejército ruso sufrió una importante pérdida. Se trata del general Andrey Sukhovetsky, quien fue asesinado por un francotirador que le disparó desde una distancia de más de 1500 metros.

Si bien hasta el momento la noticia no fue confirmada de forma oficial por su gobierno, su colega Sergey Chipiyov fue el encargado de despedirlo con un mensaje en redes sociales: “Con gran dolor, recibimos la trágica noticia de la muerte de nuestro amigo, el general de división Andrey Sukhovetsky”.

Sus palabras fueron levantadas por medios ucranianos que celebraron el hecho del que aún se conoce muy poco. Si bien se sabe que ocurrió el miércoles, no está claro en qué punto del país sucedió.

Sukhovetsky tenía 47 años y se desempeñaba como subcomandante de la 41ª división del ejército. Antes había estado al frente de la 7ª División de Asalto Aerotransportada en Novorossiysk y se destacó en las guerras de Chechenia, Abjasia y Siria.

La noticia de su asesinato se da en medio de la ofensiva del ejército ruso sobre Ucrania. Las tropas de Vladimir Putin tomaron la ciudad de Jerson, ubicada al sur del país, y su objetivo final sigue siendo la capital, Kiev, que continúa resistiendo.

En los últimos días se supo que el convoy de más de 60 kilómetros de largo que había sido detectado en dirección hacia esta ciudad se habría detenido como consecuencia de la resistencia local y de problemas logísticos.

Por otra parte, en la noche del jueves las tropas rusas atacaron Zaporizhzhia, la central nuclear más importante de Europa, en un acto que generó pánico general y repudio a nivel mundial. “Si estalla, será 10 veces peor que Chernobyl”, alertó el ministro de Relaciones Exteriores, Dmitro Kuleba, antes de que el fuego fuera detenido.