En Turquía, los cancilleres de Ucrania y Rusia, Dmytro Kuleba y Serguei Lavrov, llevaron a cabo la primera reunión entre ambos países desde que se desató la invasión rusa. Al finalizar, el funcionario ucraniano señaló que “no hubo avances para un alto el fuego” y que el diálogo fue “difícil”.

El encuentro tuvo lugar en la ciudad de Antalya, y quien hizo de mediador fue el canciller turco Mevlut Cavosuglu. Antes de que sus homólogos se juntaran, se reunió con cada uno por separado.

Antes de la reunión, el ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania había mencionado que el planteo de su canciller iba a tener “tres puntos claves”, las cuales consisten en “un alto el fuego permanente, una mejora de la situación humanitaria en Mariúpol, Járkov, Sumi, Volnovaja y otras ciudades ucranianas”, además de solicitar “una retirada de las tropas rusas”.

Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan también quiso intervenir en el conflicto y se puso a disposición para “hablar al mismo tiempo con Ucrania y Rusia”. Sin embargo, el encuentro no tuvo éxito. En ese sentido, Kuleba dijo al concluir: “Lamentablemente, el ministro Lavrov no estaba en condiciones de comprometerse a ello, pero mantendrá correspondencia con las autoridades respectivas”.

Mientras tanto, el canciller ruso habló sobre el bombardeo a la maternidad en Mariupol, en el que fallecieron al menos cuatro personas, entre ellas una menor de edad. Lavrov expresó: “Este hospital pediátrico fue retomado hace tiempo por el batallón de Azov y otros radicales, y todas las mujeres que iban a dar a luz, todas las enfermeras y todo el personal de apoyo habían sido expulsados”.

Pese a la falta de acuerdo entre ambas naciones, este jueves está previsto que se abran tres corredores sanitarios en Sumi con destino a la ciudad de Poltava. “El inicio del movimiento de las columnas está programado para las 9.00 horas (hora local)”, anunció el jefe de la Administración regional de aquella ciudad ucraniana, Dimitro Zhivitski.