El FMI empeoró su pronóstico para la Argentina. En su informe de Perspectivas Económicas Mundiales que difundió este martes, el Fondo Monetario Internacional redujo la predicción de crecimiento y aumentó la de inflación esperada para este 2023, en sintonía con las consultoras privadas.

En el documento el organismo anunció que estima una inflación del 88% y un crecimiento de apenas el 0,2%, mientras que originalmente estas cifras eran del 60% y del 2%, respectivamente. Mientras que para 2024 se espera que ronde nuevamente el 2%.

Consultado por Infobae, el economista jefe Pierre-Olivier Gourinchas sostuvo que la grave sequía es la principal causa de la desaceleración económica. Mientras que una de sus colaboradoras, Petya Koeva Brooks, quien también participó de la presentación, advirtió por la fuerte alza del precio de los alimentos en enero.

“Las presiones de la inflación subyacente siguen presentes por expectativas inflacionarias no ancladas. Estimamos que continuará en niveles muy elevados”, alertó, a la vez que llamó al país a llevar adelante políticas monetarias y fiscales contractivas que sirvan para anclar la inflación

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A comienzos de abril el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un nuevo desembolso de 5400 millones de dólares para el país, junto con una grave advertencia sobre la fragilidad de la economía argentina.

En el documento, el organismo dirigido por Kristalina Georgieva llamó a “salvaguardar la estabilidad” del país a través de la “implementación oportuna de medidas de alta calidad”, como “la focalización de los subsidios a la energía y la asistencia social” para así “compensar los impuestos a la exportación más bajos debido a la sequía, proteger la infraestructura prioritaria y el gasto social, y asegurar los objetivos fiscales”.