Resistencia, Chaco.- A comienzos de esta semana, el Gobierno de Chaco, querellante en el expediente por el crimen de Cecilia Strzyzowski con la abogada y funcionaria Nahir Barud, solicitó a los fiscales que se investigue la participación de una octava persona que podría haber encubierto el femicidio. En ese contexto, la letrada pidió su arresto.

El nombre de esta persona era un misterio hasta que Ricardo Osuna, abogado de César Sena, indicó que este octavo sospechoso es su defendido Gerardo Flores, alias “Laucha”, quien brindó su declaración testimonial el 16 de junio pasado.

El nombre de Flores fue introducido en la causa por el casero de los Sena, Gustavo Melgarejo, uno de los siete imputados y acusado de encubrimiento agravado. El detenido señaló a “Laucha” como cuidador de los animales en el Campo Rossi, donde se ubica la chanchería de los Sena que fue allanada en repetidas ocasiones. En ese predio, Melgarejo tenía la misma tarea que el ahora octavo sospechoso.

La determinación judicial contra “Laucha” “se sigue analizando”, dijo el fiscal Jorge Gómez y añadió que “para eso se van a tomar medidas de prueba”. Es decir, el Equipo Fiscal Especial realizará una investigación para ver si corresponde imputar a Flores.

El abogado Osuna indicó que su defendido “está preocupado” y que por esa razón se presentó esta mañana en Fiscalía.

“Cuando hace el pedido de detención la doctora Nahir Barud, hace mención de que supuestamente él habría mentido en su declaración porque no se condecía lo que él dijo con las activaciones de las antenas, pero no hace otra mayor referencia a un hecho concreto o a alguna acción de encubrimiento u otra situación que amerite o que por los menos tenga que ver con la comisión de algún delito en la causa”, manifestó el abogado.

¿Quién es “Laucha”?

El nombre de Gerardo Flores alias “Laucha” fue vinculado por primera vez a la desaparición de Cecilia el 13 de junio pasado. Melgarejo también responsabilizó a “Laucha” de haberle enviado un audio por WhatsApp, el 6 de junio a las 9, transmitiéndole un supuesto reclamo de Emerenciano Sena porque los animales en Campo Rossi “estaban sueltos y estaban muriendo los pollos”, y ante el enojo que eso le provocó se fue en su camioneta.

La declaración de Melgarejo va más allá y compromete a Flores. Según su relato, el 10 de junio “Laucha” se acercó al campo en una motocicleta y le pidió que “saque todas las armas que estaban en la pieza de arriba” de donde ellos vivían.

Por esa razón, Melgarejo dijo que rompió candados y retiró del lugar una escopeta, dos rifles y un bolso con municiones y cartuchos para finalmente esconderlos “en la casa de un vecino”.

En el cambio de versión que realizó Melgarejo el 15 de junio, situó a Gerardo Flores días antes al sábado 10 de junio, a horas del allanamiento que se realizó por la tarde: aseguró que “Laucha” llegó a la chanchería el 5 de junio en una moto, que se subió a una Renault Kangoo polarizada y que a los 5 minutos llegaron César Sena y Gustavo Obregón.

Desde el vehículo –contó Melgarejo-, Obregón le consultó dónde se encontraba “Laucha” para luego retirarse en el mismo sentido que el anterior vehículo, notando que en la parte trasera había una bolsa generando peso, detalló.

A la media hora, volvieron los tres, con la suspensión trasera normal “como si hubieran bajado o descargaron el peso que estaba en la parte de atrás”. “Laucha” se bajó y la Kangoo y el vehículo en el que estaban César y Obregón se fue, relató.

“Ahí entra dentro del campo Gerardo, hasta la casa donde estaba yo. Cuando llega me dice: ´Se mandaron un moco el hijo de los patrones; yo me voy porque se van para el basural’”, concluyó Melgarejo sobre la supuesta aparición de “Laucha” aquel 5 de junio.

“En ningún momento participé en nada”, contestó Flores en su declaración testimonial. Negó conocer a Gustavo Melgarejo, desmintió una relación cercana con el clan Sena y aseguró que nunca fue a los campos de los dirigentes sociales. Luego, hizo un relato de las actividades que llevó adelante desde el viernes 2 de junio y contó que se manejaba con el teléfono celular de su esposa, ya que el suyo los perdió en un campo cercano al Barrio Emerenciano, donde cuidaba animales, “a fin de mayo”.