Un homicida Eduardo Javier Acosta condenado a perpetua sale dos veces por semana para ver a su madre. Este se suma los polémicos permisos judiciales que tienen otros condenados como Dario Weiss o Gustavo Daniel Aquino autorizado a ir al cementerio a visitar la tumba de una de sus victimas 

La polémica en relación a los permisos judiciales para personas privadas de la libertad por delitos, esta vez alcanza a un homicida condenado a perpetua por un brutal crimen ocurrido en 2019 en la ciudad de Río Grande. 

El beneficio alcanza a Eduardo Javier Acosta, sujeto condenado junto a Facundo Oscar Mancilla a prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente agravado y robo con arma en concurso real”. 

Estos sujetos fueron condenados en relación al brutal crimen del jubilado municipal Juan Carlos Lucena ocurrido el 20 de enero de 2019 en los pasillos de Chacra II, cuando este hombre de 67 años, se dirigía caminando al kiosco del barrio Textil, cuando fue abordado por ser asaltado por unos pocos pesos, siendo apuñalado mortalmente a sangre fría. 

Tras el cuestionamiento de las salidas otorgadas Dario Weiss para trasladarse de Rio Grande a Ushuaia para visitar a su madre y la de un abusador en Tolhuin para ir al cementerio, ahora salió a la luz que desde mayo pasado Acosta tiene habilitadas salidas dos veces por semana, por dos horas de tiempo, para poder visitar a su madre que presenta un problema de salud. 

La medida es dispuesta por “razones humanitarias” a pedido de la defensa que asiste a Acosta, por lo que el Servicio Penitenciario debe trasladarlo hasta un departamento de Chacra II en cada una de estas oportunidades.