Los rebeldes hutíes del Yemen anunciaron este miércoles el derribo de “un avión no tripulado de espionaje de Estados Unidos” que sobrevolaba las aguas territoriales del país y que los insurgentes consideraron como “apoyo militar estadounidense a la entidad israelí”, en guerra contra el grupo terrorista Hamas en la Franja de Gaza desde hace un mes.

“Nuestras defensas aéreas pudieron derribar un avión MQ9 de Estados Unidos mientras llevaba a cabo actividades hostiles, de vigilancia y de espionaje en el espacio aéreo de las aguas territoriales yemeníes”, informó el portavoz militar de los insurgentes chiíes, Yehia Sarea, en su cuenta oficial de X (antes Twitter).

Sarea no especificó cómo derribaron el drone, si bien apuntó que la operación se llevó a cabo “con las armas adecuadas” y en aplicación del “legítimo derecho a defender el país y afrontar todas las amenazas hostiles”.

El portavoz de los rebeldes hutíes aseveró que la acción fue una respuesta contra “el apoyo militar estadounidense a la entidad israelí” en su guerra abierta en la Franja de Gaza.

“Los movimientos hostiles no disuadirán a las fuerzas armadas yemeníes de continuar llevando a cabo operaciones militares contra la entidad israelí en apoyo de la opresión del pueblo palestino”, destacó Sarea.

El pasado 31 de octubre, el Gobierno de Israel amenazó a los hutíes con tomar represalias por los ataques frustrados llevados a cabo contra el sur del país y que fueron neutralizados por los sistemas defensivos israelíes.

Anteriormente, los rebeldes proiraníes del Yemen reivindicaron tres ataques con misiles y drones contra Israel “en apoyo a nuestros hermanos oprimidos de Palestina”, y advirtieron que las operaciones “continuarán” mientras sigan los bombardeos israelíes en el enclave palestino.

El pasado lunes lanzaron una oleada de ataques contra Israel. Los ataques contra “objetivos sensibles” han provocado el cese de la actividad militar en las bases y aeropuertos atacados durante varias horas, informó el grupo respaldado por Irán, en un comunicado.

Los hutíes yemeníes han alertado en diversas ocasiones que “no se quedarán de brazos cruzados ante la guerra genocida” en Gaza, al advertir que “cruzar líneas rojas obliga al Yemen a cumplir con su deber religioso y de principios”.

En respuesta, Israel envió buques lanzamisiles al mar Rojo tras los últimos ataques de los hutíes.

Desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, 10.569 personas han muerto como consecuencia de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad gazatí.

Los hutíes, que tomaron la capital de Yemen en 2014 y controlan amplias franjas del país, forman parte del “eje de resistencia” contra Israel junto con Hamas, que también cuenta con el respaldo de Teherán.

Hasta el momento, el régimen iraní ha celebrado los ataques contra Israel pero negando estar implicado de manera directa o indirecta. Incluso su delegado no apareció en la foto de la cumbre terrorista en la que el jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, recibió al número dos de Hamas, Saleh al-Aruri, y al líder de la Yihad Islámica, Ziad Nakhaleh, en un lugar no revelado de Líbano.